Ningún país de Asia reúne tantos lugares arqueológicos como los que el antiguo Imperio Khmer dejó en Camboya. Camboya muestra a todo aquel que la visita, que su cultura y pasado histórico ocupa más que un escaso momento en el espacio y en el tiempo.
Angkor representa el corazón espiritual y la identidad del pueblo Khmer. Fue capital del reino desde principios del siglo IX hasta el año 1431, cuando fue prácticamente abandonada, a raíz de lo cual, los templos fueron devorados por la selva hasta que fue redescubierta por arqueólogos occidentales a finales del siglo XIX.
Algunas imágenes aún evocan la vida de sus antepasados que se mezcla con el color de su paisaje de lagos, ríos, junglas y fauna tropical con su naturaleza húmeda y verde que adorna, también, algún monje envuelto en su túnica de color azafrán. Siem Reap es básicamente el punto de partida para visitar Angkor.
Las Legendarias Ruinas de Angkor Wat, el Bayón y los restantes templos cercanos a Siem Reap, son el corazón del que fuera el grandioso Imperio Khmer, el motor que impulsa al desarrollo turístico de la nación y constituyen la razón de ser de un viaje a Camboya.