Canadá, segundo país en dimensiones del mundo, está situada en el norte de América, con miles de kilómetros de territorio salvaje que todavía alberga la fiebre del oro.
En Canadá observamos el abanico de aventuras y posibilidades que ofrece, bosques de coníferas, escarpadas montañas, suaves colinas, praderas, playas y lagos enormes, el estruendo del agua en su caída y observar la migración de las ballenas, son solo algunas cosas que podemos hacer en este inmenso país, pero si queremos salir de toda esta naturaleza y queremos adentrarnos en las principales ciudades de Canadá empezaríamos por Ottawa, la capital, la cuarta en tamaño, pero elegida en 1857 como capital por resultar neutral a los ojos de comunidades lingüísticas mayoritarias, la anglófona y la francófona.
Québec, en la zona francófona, tiene un interesante casco histórico amurallado, el Vieux Québec, declarado Patrimonio de la Humanidad. Dentro del perímetro del barrio se encuentran la mayoría de las atracciones turísticas de la ciudad. Las más destacadas son el Castillo Frontenac, el Ayuntamiento, el Seminario de Québec, Notre-Dame de Québec y el Hospital del Hôtel-Dieu de Québec, el más antiguo de América.
Montreal es otra de las ciudades francófonas importantes de Canadá. Lo más relevante es su casco antiguo, el Vieux-Montréal. Allí están la Place d´Armes, donde se puede ver la Basílica Notre-Dame de Montreal, el Ayuntamiento, el Vieux Port, el antiguo puerto principal, o el Mercado Bonsecours.
Vancouver, en la llamada Columbia Británica, al este del país, es otra bonita ciudad con lugares de interés como el Parque Stanley, Harbour Centre y la Bahía de Howe. Esta localidad puede ser el punto de partida para un viaje hacia el interior, rumbo a las Montañas Rocosas Canadienses. En concreto a los parques naturales Banff, Jasper, Yoho y Kootenay, todos ellos Patrimonio de la Humanidad.
En la frontera con Estados Unidos merece la pena visitar la zona de los Grandes Lagos.
De ellos, los lagos Ontario, Hurón, Superior y Erie son compartidos con el país vecino.
El agua de estos lagos pasa por las famosas Cataratas del Niágara, visita obligada para el turista que vaya a Canadá. De hecho, son mejores las vistas desde el lado canadiense que desde el lado estadounidense.