Si hay un país capaz de satisfacer cultural o paisajísticamente a un viajero, ese es Egipto.
La variedad que Egipto ofrece satisface y complace las expectativas de todos sus visitantes. Su historia y sus yacimientos arqueológicos reflejan un enigmático esplendor y un rico legado histórico de un valor incalculable. Una historia misteriosa y atrayente que se expone y resume en algunos de sus monumentos más emblemáticos como las Pirámides de Giza y los Templos de Abu Simbel.
Sin embargo, es navegando por el Nilo y el Lago Nasser, cuando uno se da cuenta y descubre la inmensidad de Egipto. Edificios, pirámides, tumbas, templos o simples paredes harán las delicias en cualquiera de las ciudades donde los barcos hacen escala. Mirar y escuchar son las dos funciones básicas para trasladarte en la historia a los siglos de los siglos. Una historia llena de acontecimientos que se enlaza con el presente y permanece viva en el día de hoy, con unos habitantes cuya amabilidad y hospitalidad son legendarias.
Paisajes opuestos, playas y desiertos también harán las delicias de quien visite Egipto. A orillas del Mar Rojo tenemos Hurghada, Sharm el Sheikh, ideales para practicar buceo en sus maravillosas aguas azul turquesa.